Ester Sotelo

Ester Sotelo

Encontré el más maravilloso de los vestidos el primer día que fui al showroom de Iana pero por indecisión e inseguridad no lo compré ese día. Tuvieron que pasar unos meses y la prueba de varios vestidos para darme cuenta de que ninguno se podía comparar con aquel primer vestido así que volví. Iana me recibió tan amable, simpática y profesional como el primer día. Me probé más vestidos hasta asegurarme de que no había otro. Desde aquel momento todo fueron facilidades para que el vestido de mis sueños me quedara perfecto y así fue. Me casé el 4 de junio y fue imposible no sentirme maravillosa con mi vestido. Todo el mundo comentó lo espectacular que era. El día 1 de diciembre me volví a poner mi estupendo vestido y volví a sentir la fantástica sensación de que era el vestido más bonito del mundo y volví a sentirme especial. Volvió a cautivar a todo el mundo. No podía ser de otra manera.
Gracias Iana por tu paciencia, por tu profesionalidad por facilitar tanto las cosas en esos momentos de indecisión y porque gracias a ti fui princesa.